Músculos de las extremidades inferiores

Músculos de los glúteos

En la anatomía humana, los músculos de la articulación de la cadera son los que provocan el movimiento de la cadera. Los músculos de la articulación de la cadera se dividen en cuatro grupos según su orientación y función. El movimiento en la cadera es similar al de la articulación del hombro, pero debido a las mayores necesidades de carga de peso, el rango de movimientos potenciales es reducido.

Los músculos del grupo de rotadores laterales están situados en profundidad y, como su nombre indica, actúan para rotar lateralmente el muslo en la cadera. Todos los músculos del grupo rotador lateral se originan en la pelvis y se unen al fémur.

Músculos del pie

En la anatomía humana, los músculos de la articulación de la cadera son los que provocan el movimiento de la cadera. Los músculos de la articulación de la cadera se dividen en cuatro grupos según su orientación y función. El movimiento en la cadera es similar al de la articulación del hombro, pero debido a las mayores exigencias de carga de peso, el rango de movimientos potenciales es reducido.

Los músculos del grupo de rotadores laterales están situados en profundidad y, como su nombre indica, actúan para rotar lateralmente el muslo en la cadera. Todos los músculos del grupo rotador lateral se originan en la pelvis y se unen al fémur.

Músculos de la región glútea

La altura alcanzada en un salto vertical viene determinada por la velocidad vertical del centro de masa (CdM) en el momento del despegue. Por lo tanto, la variable mecánica determinante para el rendimiento del salto vertical es el impulso (Ruddock y Winter, 2016; Winter et al., 2016). El impulso en el salto está relacionado con la capacidad de los músculos de las extremidades inferiores para producir una gran potencia durante la fase de empuje (Samozino et al., 2010; Ferraro y Fábrica, 2017). En otras palabras, nuestros músculos realizan potencia (tasa de realización de trabajo o energía transferida o convertida por unidad de tiempo) para generar el impulso. Esa potencia muscular puede estar asociada a diferentes componentes activos y pasivos de las unidades tendinosas de los músculos de las extremidades inferiores (Ferraro y Fábrica, 2017).

Teniendo en cuenta que la capacidad de generar altos valores de potencia con la acción muscular es determinante en muchos deportes (Cormie et al., 2011), el diseño de programas de entrenamiento que maximicen la generación de potencia y su aprovechamiento es un problema crucial al que se enfrentan los entrenadores (Pazin et al., 2013). El análisis de la potencia muscular, en particular la debida a la acción activa de los músculos, desarrollada durante los saltos verticales realizados en condiciones que modifican el control y la organización del movimiento puede contribuir significativamente en ese sentido.

Compartimento anterior de la pierna

La parte inferior de la pierna, o simplemente “pierna” en términos anatómicos, es la parte del miembro inferior situada entre la rodilla y la articulación del tobillo. La estructura ósea está compuesta por los huesos tibia y peroné, que se articulan entre sí en las articulaciones tibiofibulares proximal y distal. Los músculos de la pierna se agrupan en los compartimentos anterior, lateral y posterior mediante extensiones de fascia y ejercen su acción sobre el tobillo, el pie y los dedos.

El hueso es un tipo compacto de tejido conectivo endurecido compuesto por células óseas, membranas, una matriz mineralizada extracelular y médula ósea central. Los dos tipos principales de hueso son el compacto y el esponjoso.

Las arterias son conjuntos tubulares de células que transportan sangre oxigenada y nutrientes desde el corazón a los tejidos del cuerpo. La sangre pasa por las arterias en orden de diámetro luminal decreciente, empezando por la arteria más grande (la aorta) y terminando en las pequeñas arteriolas. Las arterias se clasifican en 3 tipos: arterias elásticas grandes, arterias musculares medianas y arterias y arteriolas pequeñas.