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El sistema digestivo humano
Todos los organismos vivos necesitan nutrientes para sobrevivir. Mientras que las plantas pueden obtener las moléculas necesarias para la función celular mediante el proceso de fotosíntesis, la mayoría de los animales obtienen sus nutrientes mediante el consumo de otros organismos. A nivel celular, las moléculas biológicas necesarias para la función animal son aminoácidos, moléculas lipídicas, nucleótidos y azúcares simples. Los alimentos que se consumen consisten en proteínas, grasas e hidratos de carbono complejos, pero las necesidades de cada uno son diferentes para cada animal.
Dieta humana equilibrada: Para los humanos, las frutas y las verduras son importantes para mantener una dieta equilibrada. Ambas son una fuente importante de vitaminas y minerales, así como de hidratos de carbono, que se descomponen mediante la digestión para obtener energía.
Los animales deben convertir estas macromoléculas en las moléculas simples necesarias para mantener las funciones celulares, como el ensamblaje de nuevas moléculas, células y tejidos. La conversión de los alimentos consumidos en los nutrientes necesarios es un proceso de varios pasos que incluye la digestión y la absorción. Durante la digestión, las partículas de los alimentos se descomponen en componentes más pequeños que posteriormente serán absorbidos por el organismo.
Órganos del canal alimentario
El tracto gastrointestinal (tracto GI, tracto digestivo, canal alimentario) es el tracto o conducto del sistema digestivo que va desde la boca hasta el ano. El tracto gastrointestinal contiene todos los órganos principales del sistema digestivo, en humanos y otros animales, incluyendo el esófago, el estómago y los intestinos. Los alimentos que se ingieren por la boca se digieren para extraer nutrientes y absorber energía, y los desechos se expulsan por el ano en forma de heces. Gastrointestinal es un adjetivo que significa de o perteneciente al estómago y los intestinos.
La mayoría de los animales tienen un “intestino pasante” o tracto digestivo completo. Las excepciones son más primitivas: las esponjas tienen pequeños poros (ostia) a lo largo de su cuerpo para la digestión y un poro dorsal más grande (osculum) para la excreción, las jaleas de peine tienen tanto una boca ventral como poros anales dorsales, mientras que los cnidarios y las acoelas tienen un único poro tanto para la digestión como para la excreción[1][2].
El tracto gastrointestinal contiene la microbiota intestinal, con unas 4.000 cepas diferentes de bacterias que desempeñan diversas funciones en el mantenimiento de la salud inmunitaria y el metabolismo, y muchos otros microorganismos[8][9][10] Las células del tracto gastrointestinal liberan hormonas para ayudar a regular el proceso digestivo. Estas hormonas digestivas, entre las que se encuentran la gastrina, la secretina, la colecistoquinina y la grelina, están mediadas por mecanismos intracrinos o autocrinos, lo que indica que las células que liberan estas hormonas son estructuras conservadas a lo largo de la evolución[11].
Digestive system übersetzung
Figura \ (\PageIndex{1}): Estructuras del aparato digestivo. La imagen muestra los principales órganos del tubo digestivo, así como los órganos accesorios (hígado, páncreas y vesícula biliar). Todos los órganos digestivos desempeñan un papel integral en el proceso de la digestión que mantiene la vida. (Crédito de la imagen: “Components of the Digestive System” por OpenStax tiene licencia CC BY 3.0 )
Como ocurre con todos los sistemas corporales, el sistema digestivo no funciona de forma aislada, sino que coopera con los demás sistemas del cuerpo. Consideremos, por ejemplo, la interrelación entre los sistemas digestivo y cardiovascular. Las arterias suministran a los órganos digestivos oxígeno y nutrientes procesados, y las venas drenan el tracto digestivo. Estas venas intestinales, que constituyen el sistema portal hepático, son únicas; no devuelven la sangre directamente al corazón. Más bien, esta sangre se desvía al hígado, donde se descargan sus nutrientes para procesarlos antes de que la sangre complete su circuito de vuelta al corazón. Al mismo tiempo, el sistema digestivo proporciona nutrientes al músculo cardíaco y al tejido vascular para favorecer su funcionamiento. La interrelación de los sistemas digestivo y endocrino también es fundamental. Las hormonas segregadas por varias glándulas endocrinas, así como las células endocrinas del páncreas, el estómago y el intestino delgado, contribuyen al control de la digestión y el metabolismo de los nutrientes. A su vez, el sistema digestivo proporciona los nutrientes para alimentar la función endocrina. La tabla (índice de página 1) ofrece una visión rápida de cómo estos otros sistemas contribuyen al funcionamiento del sistema digestivo.
La digestión
Los órganos que intervienen en la digestión pueden dividirse en dos grupos: los órganos del tracto gastrointestinal y los órganos digestivos accesorios. El primer grupo incluye la boca, la faringe, el esófago, el estómago y los intestinos delgado y grueso, mientras que los dientes, la lengua, la vesícula biliar y algunas grandes glándulas digestivas (glándulas salivales, hígado, páncreas) pertenecen al segundo grupo. Los alimentos pasan por los órganos del tracto gastrointestinal, que los transforman tanto mecánica como químicamente mediante las enzimas segregadas por los órganos digestivos accesorios.
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